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lunes, 28 de diciembre de 2015

Un nuevo sol sale cada mañana


Abrió su maleta y fue colocando la ropa en el armario de aquella inmensa habitación de hotel que tenía para ella sola. Su mirada se desvió hacia la puerta de la terraza desde donde podía contemplar la arena blanca y el mar azul turquesa. Pero ni esa espectacular vista pudo evitar que las lágrimas asomaron por sus ojos al pensar en su particular “annus horribilis”, en lo poco que quedaba para finalizar este año que se había convertido en una pesadilla.
A principios de año a su padre le diagnosticaron Alzheimer. Hacía poco más de dos años que sus padres se habían jubilado y cuando empezaban a disfrutar de una vida relajada, de una vida plena, después de habérsela pasado trabajando día tras día para sacar adelante el pequeño negocio de ultramarinos que tenían en uno de los barrios de la ciudad,  siempre madrugando, casi ningún día de fiesta y siendo pocas las veces en que la familia entera se fue de vacaciones. Este sacrificio hecho por sus padres, les permitió a ellas y sus otros dos hermanos disfrutar de una vida fácil y poder estudiar aquello que quisieron. Durante las primeras semanas después de la fatal noticia todo eran promesas de ayuda y el tan socorrido “aquí nos tienes para lo que necesites”, pero al cabo de los días todas aquellas promesas se evaporaron como el humo, y tanto ella, como sus hermanos y su madre se encontraron solos ante aquella cruel enfermedad. Y ante esta situación volvió a surgir la valentía, el coraje y el empeño de su madre, que siempre les hizo seguir adelante ante cualquier adversidad. Su madre hizo frente a los nefastos pensamientos y los malos augurios que todos tenían respecto a la enfermedad del padre y decidió luchar para retardar lo que más pudiera que su marido cayera en el oscuro pozo del olvido. Y decidió que disfrutaría de la vida junto a su marido, y es por eso que en aquellas fechas estaban embarcados en un crucero,  haciendo aquello que tenían pensado hacer antes de aparecer la enfermedad. Ella declinó la invitación de su madre para que los acompañara en el viaje, pero al ver la actitud de su madre ante la situación que estaba viviendo, perdió el miedo y ese estúpido pudor a viajar sola y rebuscando entre las ofertas de última hora de las web de viajes encontró aquello que siempre quiso hacer, disfrutar de la última puesta de sol del año en una paradisíaca playa.
Una vez  tuvo colocada la ropa en el armario, se puso el traje de baño y cogió el pareo, las sandalias y aquel libro que siempre tuvo olvidado en la mesilla de noche dispuesta a tomar el sol en una de aquellas tumbonas que estaban cerca de la orilla del mar. Siempre pensó que este viaje lo haría con  Miguel, el que fuera su pareja durante más de 10 años. Su relación se había enfriado y vuelto monótona, y más aun con el mazazo del diagnóstico de su padre, ella pasaba más tiempo en casa de sus padres, ayudando en todo todo lo que podía, dejando de lado a su pareja, de la cual tampoco obtuvo el apoyo esperando. Pero lo que nunca pudo imaginar es que a principios de junio Miguel le dijera que había conocido a otra persona y que iba a iniciar una nueva vida junto a ella. La misma noche en que Miguel se fue se encontró terriblemente sola, las lágrimas no dejaron de brotar de sus ojos,  y un profundo dolor invadió su cuerpo, un dolor que fue mitigando con el paso de los días, de las semanas, de los meses, pero que aún  hoy seguía latente en su interior.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Pájaro de bello plumaje






Se quedó embelesada mirando la jaula vacía con la pequeña puerta abierta. Dejó los pinceles sobre la mesa auxiliar que tenía al lado del caballete y se acercó a la barra, extendió  el brazo y un pequeño pájaro de colores muy vivos y brillantes se posó en su mano. Cecilia lo aproximó a su cara y el pajarillo pareció entender lo que ella pretendía,  agachó su pequeña cabecita para dejarse rozar por los labios de ella.  Dio unos pasos hasta uno de los rincones de la habitación, al lado de un gran ventanal desde donde se podía ver el parque  y la gran avenida que bullía por el trasiego de gente y estaba inundada de luces parpadeantes y de muchos colores. Se sentó en el suelo. El pajarillo revoloteó un poco, pero volvió por sí mismo a posarse en ella, esta vez en su hombro.
Se lo trajo él una tarde, un día donde la alegría flotaba en el ambiente mientras Cecilia adornaba con guirnaldas y luces todo el apartamento. Serían las primeras Navidades desde que se decidieron a compartir sus vidas. Era muy pequeño y venía en una bonita jaula, como si fuera cualquier cosa  menos algo que tenía vida, pero en aquel momento no lo vio de esa manera, le pareció que era uno de los regalos más bellos que Ángel le había hecho. Para ella que disfrutaba tanto de los colores y del brillo que producía la luz sobre ellos, aquel  pajarillo le parecía una bella creación de la naturaleza. Le producía ternura y ella misma se sorprendía sonriendo cuando lo miraba anonadada, era tan bonito. Colocó la jaula en un lugar donde pudiera verla desde su estudio, para contemplarlo  mientras pintaba. Enseguida pensó que por su porte y aquella arrogancia que le daba el saberse bello, tenía que tener un nombre. Desde que lo oyó trinar por primera vez supo el nombre que merecía.  Lo llamó Pav, le parecía un pequeño Pavarotti que con sus trinos le dedicaba dulces serenatas. Ángel río a carcajadas cuando le dijo el nombre del pajarillo y la miró agradeciéndole la ternura que ofrecía con cada una de sus ocurrencias.
Nada presagiaba que en pocos días todo cambiaría y todas esas hermosas vibraciones se transformarían en recuerdos. Ángel la abandonó, pero no fue un abandono consciente, ni deseado, tampoco la había abandonado porque desapareciera el amor. Se había ido para siempre, se lo había arrebatado una carretera fría, mojada y solitaria, impidiendo que volviera a casa, a sus brazos.  Cecilia se sumió en una espantosa melancolía. Como una autómata recogió todos los adornos navideños y los regalos que había comprado para Ángel los metió en una caja y los donó. Los días empezaron a parecerle todos iguales, sin luz, ni deseos de encontrarla. Dejó de pintar y vagaba por aquel apartamento como un fantasma. Se había convertido en una autómata y una presa voluntaria, no solo de aquellas paredes, sino de una conducta depresiva.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Un cuento diferente



Parecían miles de estrellas multicolores que se apagaban y se encendían como si estuviesen bailando. La mirada de Hakin se mantenía fija, sin pestañear para no perderse todo aquel brillo y alegría.  Estaban lejos, pero, también el cielo estaba lejos y sin embargo era su techo y bajo él le gustaba soñar con todo lo que les contaba su padre, a él y a su hermana Aisha.  Una noche también se empezaron a escuchar canciones muy dulces y melodiosas, nunca las había oído, pero le gustaban. Entre ellas, podía distinguir las voces de algunos niños y niñas que se acompañaban por un sonido que parecían campanillas o panderetas. ¿Qué significarían aquellas canciones que sonaban tan celestiales? – se preguntaba mirando hipnotizado a lo lejos. Preguntó a su padre y este le dijo que celebraban la navidad y le volvió a contar historias de esas que le parecían llenas de magia y siempre tenían un final feliz, y volvió a soñar...
… Sus padres, Aisha y él, vestían ropas nuevas y calzaban cálidas botas.  Su madre se afanaba en la cocina preparando un exquisito cordero y los dulces preferidos de todos para la gran cena. Su padre ya había colocado luces en el jardín y como la familia estaba muy feliz, también adornaron las ventanas con guirnaldas y farolillos. Aisha colocaba la mesa y él le iba alcanzando los platos blancos, los nuevos, los que habían comprado en la ciudad cuando fueron a ver al señor gordo con traje rojo y barba blanca que traería  caramelos y regalos. Con toda seguridad, un tren para él y muñecas para su hermana...


Sintió el olor de las viandas y su boca se hizo agua pensando en el sabor de aquellos manjares. Volvían a oírse los cantos de los ángeles a los que se había acostumbrado, pero esta vez, parecían más festivos. Intuía que había llegado la gran noche y no quería dejar de mirar hacia el lugar de donde provenía tanta felicidad. El cielo se iluminaba con fuegos, pero estos no hacían daño, estos eran de fiesta. Aunque su padre se lo explicó, no entendía muy bien lo de celebrar el nacimiento de un niño que luego sería Dios – Si es Dios ¿por qué Aisha y yo no estamos también cantando y comiendo pasteles? - pensó.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Los poetas




“La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos” 

Rabindranath Tagore




Más de Verónica Calvo en su blog Tinta de Sueño 




domingo, 6 de diciembre de 2015

Desmantelando nuestra Carta Magna....


 "Querida  constitución… 

Tú que naciste desde el consenso y que fuiste votada por una acaparadora mayoría de la población y que en tu articulado estableces que las leyes y las normas deben estar supeditadas a ti como máximo garante de nuestro ordenamiento jurídico, vemos, como un día sí, y otro también, los que nos gobiernan retuercen tus principios mediante la promulgación de leyes únicamente dirigidas a satisfacer sus  propios intereses, olvidando que gobiernan y legislan en pro de todos los ciudadanos y no sólo para unos cuantos, no sólo para aquellos que les votaron, no  sólo a los cuales les deben algún tipo de rédito político. 
¿Has visto lo que están haciendo con los derechos fundamentales que tú nos garantizas? ¿Sabes que lo pretenden hacer con el derecho a la libertad de expresión y difusión de pensamientos, ideas y opiniones? Supongo que no te has enterado que el pasado 1 de julio aprobaron la Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana únicamente dirigida  a restringir el derecho de manifestación y de libertad de expresión mediante sanciones pecuniarias desorbitadas, sustituyendo el miedo a la cárcel por expresarnos, por el miedo a la ruina económica.  
Seguro que tampoco sabes que se ha aprobado una ley de tasas judiciales que entorpece el acceso a la justicia gratuita y que han vaciado de contenido del principio de justicia universal del cual tu siempre fuiste bandera y que a partir de ahora los jueces españoles ya no podrán perseguir crímenes contra la humanidad fuera del territorio nacional. Que debido a las múltiples interferencias de los gobernantes y sus políticos acólitos en muchos de los casos judiciales por corrupción se está pervirtiendo el principio de independencia judicial. 
Que poco a poco, ley tras ley, decreto tras decreto, resolución tras resolución, y en algunos casos en la letra pequeña del BOE,  están finiquitando el Estado del bienestar que tú garantizas a lo largo de tu articulado. Que quieren acabar con la enseñanza libre y gratuita, con un intento de imponer de una determinada ideología en el temario, con más recortes en los ya exiguos recursos de la enseñanza pública y con la imposición de unas elevadísimas tasas universitarias que harán, como en los tiempos del blanco y negro, que sólo los hijos de los pudientes puedan acceder a una titulación superior.