Dame tus minutos para ganar tu guerra.
Dámelos para vivir mil paces.
Tómalos para llorar mis penas
Tómalos, para surcar mis mares.
Cuarenta y cinco instantes como puñales
Que serán tuyos y siempre nuestros.
Cuarenta y cinco… me valen
Para dibujar en tu piel mis sueños.
Somos dos, somos fugaces.
Seamos presente y futuro.
Somos todo, seamos instantes
Que levanten frente al dolor su muro.
Préstame el tiempo y te daré mis llaves.
Te envolveré en mis sombras y en mis alegrías.
Te hablaré bajito, te prestaré mi hambre…
y sembraré de besos tantas heridas.
Dame tus minutos o dame tu vida
Que yo te la presto sin condiciones.
Dame tus horas, tu luz, tus días.
Que yo te espero, no me abandones…
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