En estos últimos días ha tenido
mucha resonancia mediática, tanto en los medios convencionales como en los
online, la noticia de la edición libro
“Cásate y sé sumisa” por parte de la editorial Nuevo Mundo que depende del
Arzobispado de Granada. Con este título uno puede ya imaginarse de que va el
libro pero si se acude a la web de la editorial
(http://www.nuevoinicio.es/libros/casate-y-se-sumisa/)
textualmente puede leerse “ahora es el
momento de aprender la obediencia leal y generosa, la sumisión. Y, entre
nosotras, podemos decirlo: debajo siempre se coloca el que es más sólido y y
resistente, porque quien está debajo sostiene el mundo”. La autora del libro, Constanza Miriano, un
éxito de ventas en su país, se inspira para redactarlo en una frase de San
Pablo a los Efesios que lo resume todo
“esposas, estad sujetas a vuestros maridos” . El Arzobispado de Granada, a pesar de las
muchas críticas recibidas por la edición de este libro, no sólo no lo retira sino que no ve razones para ello ya que según
este mismo Arzobispado el libro resulta "muy interesante desde el punto de
vista cristiano". Además este libro inaugura la colección “Quotidiana”
de la mencionada editorial que según una nota del propio Arzobispado tratará sobre la vida experimentada a través de los ojos de la
mujer, desde la fe cristiana, en el matrimonio, los hijos, la educación, y la
vida social.
Este tipo de argumentos y de
literatura hoy en día nos hace poner el grito en el cielo, lamentarlos con indignación y protestar por las palabras y los actos que pretenden someter a la
mujer a la voluntad del marido. Pero no hace tanto tiempo que las mujeres
españolas casadas eran consideradas como menores de edad y así lo recogía el mismo
Código Civil en su artículo 1.263. Hasta 1975, los actos de transcendencia
legal, laboral y muchos de la vida cotidiana de la mujeres casadas necesitaban
la licencia marital. Tenían una capacidad de obrar muy limitada, estaban
obligadas a obedecer a su marido y a residir en el mismo lugar donde él lo
hacía, además de necesitar su autorización o consentimiento para realizar
múltiples actividades como obtener el permiso de conducir o el pasaporte, tener
una cuenta corriente a su nombre, aceptar una herencia aunque fuese de su
propia familia, trabajar, ocupar cargos públicos o ejercer el comercio. Tampoco
podía vender ni hipotecar sus propios bienes, ni disponer de los de origen ganancial, aunque
procedieran de su salario, tan sólo podía disponer de ellos para la compra
diaria. Y lo que era más grave, no podían tener la patria potestad de sus hijos hasta la muerte del padre, el
cual podía darlos en adopción sin su permiso. Estas restricciones no desaparecieron hasta la
reforma del Código Civil del 2 de mayo de 1975. Era tal el sometimiento de la
mujer casada al marido que hasta el 26
de mayo de 1978 el adulterio era
considerado delito, al igual que el convivir maritalmente con una persona sin
estar casados. No fue hasta la
promulgación de la Constitución Española de 1978 que la igualdad legal entre los sexos se hizo efectiva.
Apesar que la Constitución
establecía la igualdad entre los sexo, la libertad de acción y decisión de la
mujer no fue efectiva hasta mediados de los ochenta con la aprobación en 1981 de
la Ley del divorcio o le ley del aborto
de 1985. Es más, el estigma y la supuesta
vergüenza de ser madre soltera también pasaba a los hijos ya que no fue hasta 1985,
con otra reforma del Código Civil, cuando se equiparó los derechos de
todos los hijos, tantos los concebidos dentro
del matrimonio como los de fuera de él, eliminándose el concepto de hijo ilegítimo, bonito eufemismo
para no llamarlos bastardos.
Tampoco nos debe llamar tanto la atención
el papel que quiere adjudicar a la mujer casada el sector más reaccionario de
la Iglesia Católica teniendo presente que durante 40 años el libro de cabeza para
muchas mujeres casadas fue el Manual de la esposa perfecta que era entregado a
todas las mujeres que hacían el Servicio Social en la sección femenina de la
Falange. En él se plasmaban normas que toda mujer casada tenía que cumplir que
iban desde las tareas domésticas hasta las relaciones sexuales y siendo el
sometimiento de la mujer a la voluntad del marido la nota imperante, llegando a
establecer la obligatoriedad de mantener relaciones sexuales a petición del
marido, cualquiera que fuese la práctica solicitada, siendo el lema “sé
obediente y no te quejes”. En 1953 se resumió
dicho manual en la “Guía de la Buena Esposa” que contenía once reglas para
mantener la marido feliz.
Viendo todo esto, me parece paradójico, perplejo e incomprensible que muchos, y sobretodo muchas mujeres, digan que los tiempos pasados siempre fueron mejores. Me asquea el hecho de ver, leer u oír tanto en las redes sociales, en determinados medios de comunicación o en las conversaciones entre las personas las insinuaciones o las menciones explícitas que en los tiempo de la dictadura todos vivíamos mejor, siendo la situación de la mujer un epígrafe más en la inexistencia de libertad y derechos para todo ciudadano, existiendo una opresión y persecución de todos y cada uno de aquellos que pedían aires de libertad. Muchos de ellos pagaron con la cárcel e incluso con su propia vida aquello que hoy algunos llegan a despreciar, los derechos y libertades fundamentales que toda persona tiene derecho de disponer y disfrutar.
Autor: Carmen @Persefone123
Si Dios fuera una mujer
(Mario Benedetti)
¿Y si Dios
fuera mujer?
pregunta Juan
sin inmutarse,
vaya, vaya si
Dios fuera mujer
es posible que
agnósticos y ateos
no dijéramos
no con la cabeza
y dijéramos sí
con las entrañas.
Tal vez nos
acercáramos a su divina desnudez
para besar sus
pies no de bronce,
su pubis no de
piedra,
sus pechos no
de mármol,
sus labios no
de yeso.
Si Dios fuera
mujer la abrazaríamos
para
arrancarla de su lontananza
y no habría
que jurar
hasta que la
muerte nos separe
ya que sería
inmortal por antonomasia
y en vez de
transmitirnos SIDA o pánico
nos
contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera
mujer no se instalaría
lejana en el
reino de los cielos,
sino que nos
aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos
no cerrados,
su rosa no de
plástico
y su amor no
de ángeles.
Ay Dios mío,
Dios mío
si hasta
siempre y desde siempre
fueras una
mujer
qué lindo
escándalo sería,
qué venturosa,
espléndida, imposible,
prodigiosa
blasfemia.
Este tema que hoy nos traes aquí lo he leido y me ha llamado múcho la atención, pensé pero de donde ha salido ésto, estamos retrocediendo ¡no¡ esos tiempos ya han pasado y no quiero volver a revivirlos, de ninguna manera, por obligación si que he tenido que estudiar los 26 puntos de la FALANGE y despues de casada vivir episodios machistas, yo muy revelde, no me pisaba nadie, y menos trabajando los dos, y en la misma profesión, tenia ayuda pero después de medio día nó, habia que recoger la mesa, limpiar los platos y volver al trabajo (jornada partida) y EL no movia un dedo ¿qué? ni hablar, hombre-mujer-marido-esposa. ni esclavo ni esclava somos personas, así que a mover el cu-cu anda, anda guapo, y una cosa que me sacaba de quicio, el ir a comprar y mandar que lo enviaran al domicilio, la dependienta me preguntaba a nombre de Sra de... ¡no¡ mi nombre y apellidos, se quedaba boquiabierta, pues así es, por aquélla época año 72 era muy corriente esto que os cuento, podría estar hasta mañana contando anécdotas siempre me mantúve en mis 13 y aún sigo, llevo 42 años casada muy felizmente, pero reconozco que soy muy rebelde, he sido muy adelantada en mis tiempos pero porque lo he visto en mis padres ¡pobres pero honrados¡ y gente obrera, pero con múchos ... y me callo, en cambio la familia de mi marido eran de mayor "escala" pero vacíos completamente, pero yo viví con mi marido los demás a su bola, nunca he dejado que se metieran en nuestras vidas, aunque no niego que no lo hayan intentado, me dá un poco de pudor contarte ésto pero solo es para darte la razón en esta crónica que nos traes que por otra parte te agradezco es muy, muy verdadera, y digo que no estoy nada de acuerdo ni con el libro, ni con el arzovispado, ¡ay¡ los curas, los curas....haces ésto y yo hago lo contrario, así está todo, todo podrido, clero, gobierno es un asco. Un muy cariñoso saludo PERSE Y ARRIBA EL BLOOG.
ResponderEliminarPerse, no hé leído y me doy cuenta que bailé un poco en lo del "arzovispado" no es así es: arzobispado" gracias.Un saludo y buenas tardes.
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