Ella llama a tu puerta, se presenta sin ser invitada, entra sin permiso y
se pone a tu vera, invadiendo todo tu espacio, siendo una mala compañera. Ella
entra sin avisar, nunca nos deja solos,
se apodera de nosotros haciéndonos una compañía casi eterna, pero ¿qué te hemos
hecho, Soledad, para que te comportes de esta manera?
Puedes estar rodeado de cientos de
personas y sentirse sólo, puedes tener mil amigos y aun así estar sólo, puedes
estar contigo mismo y reparar que estás muy, pero que muy, sólo. Puedes gritar
en medio de gentío sabiendo que nadie te escuchará, comprobando, que estás
inmensamente solo; solos tú y ella, la soledad, como fiel compañera.
La soledad te arrastra, te encierra, te aísla, te recluye, te entierra, haciéndose tu única compañera. En muchas ocasiones nos sentimos seguros, protegidos, reconfortados teniéndola a ella. Creamos un muro a nuestro alrededor dentro del cual sólo cabemos ella y yo, yo y ella. No queremos que los demás destruyan ese muro, repelemos cualquier ataque que puede dañar su defensa, y es entonces cuando ella se afianza como nuestra única amiga y compañera. Ella nos hace creer que somos fuertes, invencibles autosuficiente, que no necesitamos a nadie más, sólo a ella. Detrás de la soledad, escondemos aquello que de verdad queremos, una mano amiga que nos ayude a deshacernos de ella, que nos ha hecho su presa.
"Estamos solos, vivimos solos y morimos solos. Solo a través del amor y la amistad podemos hacernos la ilusión, por un momento, de que no estamos solos"
La soledad, es un estado anímico. Tal y como lo reflejas, podemos estar rodeados de cientos personas y, aún así, estar solos. Sin embargo, la soledad física no siempre equivale a una soledad emocional. Somos muchos los que elegimos la soledad porque, en cierto modo, nos enriquece; claro está, sabemos que con solo estirar la mano, tenemos a alguien que nos quiere al lado. Todo en la vida, tiene mas de una lectura. La soledad puede destruir un alma debil o nutrir aquella que quiera volar. Me ha gustado tu reflexión.
Hablo de la soledad sobrevenida, aquella que uno no escoge, que se pega a ti sin tu quererlo. Que hace que te encierres en ti mismo creyendo que tu sólo puedes con todo, pero aunque uno lo niego una y mil veces lo que se desea en esa situación es que alguien te coja de la mano y te ayude a salir de ese agujero negro en el cual te ha hundido la soledad.
La soledad deseada, aquel que uno escoge, puede llegar a ser maravillosa y como se echas de menos cuando quieres un momento para ti mismo y vives rodeada de gente y es cuando esos momentos de soledad no se pagan con dinero.
Hablando y opinando sobre este tema de la "Soledad", Lenenaza y Perséfone, estais con una riqueza interior qué pá qué, vuestros escritos me llegan, no os vayais ni de un lado ni del otro, se os necesita.Un saludo.
Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas compartir la vida para olvidarlo. La necesidad más profunda del hombre es, entonces, la necesidad de superar su separatidad, de abandonar la prisión de su soledad » Erich Fromm
Soledad es la que tengo ahora mismo, entro a los dos sitios y qué "sólo" lo encuentro, como os añoro, de verdad ¡qué tiempos aquellos¡ un saludo para todas las que poneis alguna cosina, y en particular a Perséfone, Lenenaza, Pep y cómo nó a Nati (brilli-brilli)que les he visto po aquí.
No hay mayor pobreza que la soledad. Madre Teresa de Calcuta
No es necesario que tengamos muchos, los amigos de verdad son poquitos, ven, entra, comparte con nosotras y nunca te sentirás sola, te lo digo por experiencia.
La soledad, es un estado anímico. Tal y como lo reflejas, podemos estar rodeados de cientos personas y, aún así, estar solos. Sin embargo, la soledad física no siempre equivale a una soledad emocional. Somos muchos los que elegimos la soledad porque, en cierto modo, nos enriquece; claro está, sabemos que con solo estirar la mano, tenemos a alguien que nos quiere al lado. Todo en la vida, tiene mas de una lectura. La soledad puede destruir un alma debil o nutrir aquella que quiera volar. Me ha gustado tu reflexión.
ResponderEliminarHablo de la soledad sobrevenida, aquella que uno no escoge, que se pega a ti sin tu quererlo. Que hace que te encierres en ti mismo creyendo que tu sólo puedes con todo, pero aunque uno lo niego una y mil veces lo que se desea en esa situación es que alguien te coja de la mano y te ayude a salir de ese agujero negro en el cual te ha hundido la soledad.
EliminarLa soledad deseada, aquel que uno escoge, puede llegar a ser maravillosa y como se echas de menos cuando quieres un momento para ti mismo y vives rodeada de gente y es cuando esos momentos de soledad no se pagan con dinero.
Hablando y opinando sobre este tema de la "Soledad", Lenenaza y Perséfone, estais con una riqueza interior qué pá qué, vuestros escritos me llegan, no os vayais ni de un lado ni del otro, se os necesita.Un saludo.
ResponderEliminarGracias por Tus palabras. Nadie se va a ningún sitio y seguiremos en todos los lados, juntando letras.
EliminarNaces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas compartir la vida para olvidarlo.
ResponderEliminarLa necesidad más profunda del hombre es, entonces, la necesidad de superar su separatidad, de abandonar la prisión de su soledad
» Erich Fromm
Bonita Reflexión llena de verdad.
EliminarSoledad es la que tengo ahora mismo, entro a los dos sitios y qué "sólo" lo encuentro, como os añoro, de verdad ¡qué tiempos aquellos¡ un saludo para todas las que poneis alguna cosina, y en particular a Perséfone, Lenenaza, Pep y cómo nó a Nati (brilli-brilli)que les he visto po aquí.
ResponderEliminarNo hay mayor pobreza que la soledad. Madre Teresa de Calcuta
EliminarNo es necesario que tengamos muchos, los amigos de verdad son poquitos, ven, entra, comparte con nosotras y nunca te sentirás sola, te lo digo por experiencia.