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sábado, 28 de marzo de 2020

#TalDiaComoHoy...... de 1942 fallecía el poeta Miguel Hernández








Hoy se cumplen 78 años de la muerte del poeta Miguel Hernández en una oscura y represiva cárcel de Alicante.  Entonces, dejó de escribir, porque Miguel Hernández nunca había dejado de hacerlo desde que descubrió las letras allá en su Orihuela natal.  Para la gran mayoría de la gente, cuando se habla del poeta se recrea su época de pastoreo y su formación autodidacta y esto es verdad en cierta medida, porque Miguel Hernández no solo descubrió su fascinación por las letras y el teatro, sino que podía leer en francés y tenía muy buenos conocimientos de latín como resultado de la educación que recibió durante pocos años y las largas tardes de lectura de los clásicos en la biblioteca del canónigo Luis Almarcha, que marcaron su futuro de poeta.
Sus primeros poemas hablaban de lo que conocía: la montaña, el pastoreo o el patio de su casa.  Su primera publicación en el semanario El Pueblo de Orihuela fue el 13 de enero de 1930, titulado “Pastoril”
La suya era una escritura adolescente que se iba perfilando con las lecturas de grandes escritores nacionales y obras traducidas del griego o el latín.  A esta le siguieron algunas otras publicaciones para pronto decidirse a viajar a Madrid buscando nuevas oportunidades para su todavía incipiente obra.  Al no encontrar el resultado esperado regresa a Orihuela.  Tres años más tarde vuelve a Madrid y en esa oportunidad  logra introducirse en el ambiente literario que en ese momento envolvía la ciudad.  Estamos hablando del año 1934, cuando empieza a relacionarse con grandes poetas como Aleixandre, Alberti y Neruda.  Un año más tarde fallece su gran amigo de juventud y compañero de tertulias literarias Ramón Sijé.  A él dedica el poema “Elegía”.
          •  El poema “Elegía” está dedicado a su “compañero del alma”, a su amigo Ramón Sijé que murió de forma inesperada la Noche buena de 1935. Su fallecimiento fue un duro golpe para Miguel Hernández y con este poema le rindió un último homenaje; es un poema escrito en caliente, con los sentimientos a flor de piel donde se deja patente el profundo dolor que le produce al poeta la muerte de su amigo. Este poema fue musicalizado por  Joan Manel Serrat.
El año de su publicación fue 1936 y ese mismo año se edita su primer libro de poemas “El rayo que no cesa”, se incorpora al Ejército Popular de la República y le nombran Comisario de Cultura.  Durante los dos años siguientes y en plena Guerra Civil, continuó escribiendo y publicando: “Viento del Pueblo”, “El labrador de más aire” y “Teatro de la guerra”.  También escribe el drama “Pastor de la Muerte”.  Miguel Hernández nunca dejó de ser un poeta, aunque fuera también un soldado del bando republicano.
Terminada la guerra, al pertenecer al bando que la pierde, el poeta trató de huir a Portugal, pero no lo consiguió al ser detenido en la frontera y acusado de rebelión por el régimen franquista.  Lo sentenciaron a muerte, pero la pena fue conmutada por una condena a 30 años de prisión.  No le convenía al dictador y su régimen que Miguel Hernández se convirtiera en la pieza que volviera a atraer todas las miradas críticas y el rechazo internacional que produjo el fusilamiento de Federico García Lorca.
Es en la prisión de Torrijos de Madrid donde comienza a escribir su poemario “Cancionero y romancero de ausencias”, una obra llena de esperanza ante la difícil situación que estaba viviendo y de un gran amor a la inocencia que se identifica con su hijo.  De la obra, su más famoso poema “Nanas de la cebolla” 
      • El poema “Nana de la Cebolla” fue escrito por Miguel Hernández desde la cárcel y surgió como respuesta a una carta que recibió de su mujer Josefina donde le contaba la extrema pobreza en la que vivía junto a su hijo recién nacido, tenido muchos días  solo pan y cebollas para alimentarse. En él, el poeta nos muestra su pesar por no poder proteger a su familia, su temor al no poder volver a verlos. Pero entre los versos desesperados encontramos un canto a la vida, a la esperanza, un mensaje de Miguel Hernández a  su hijo; que ría, que disfrute de su infancia porque esto es lo que le ayuda a seguir adelante. El cantaor Enrique Morente puso voz a este poema de Miguel Hernández



Empiezan a trasladarlo de una prisión a otra: de Madrid a Palencia, luego a Ocaña, hasta que finalmente lo trasladan al Reformatorio de Adultos de Alicante.  En prisión continuó escribiendo lo que sería su último poemario, aunque inconcluso, el “Cancionero y romancero de ausencias”.  En 1941 cae enfermo con una grave afección  pulmonar que se complica con tuberculosis.  Las duras condiciones de la prisión empeoraban cada vez más la salud del poeta.  Miguel Hernández murió a los 31 años en la enfermería de la prisión.  El régimen le había conmutado la muerte por fusilamiento para dejarle morir en la insalubridad de una cárcel.                                                
                                                                   Nerea Acosta (@lenenaza)




                • El cantante de rap Nach compuso “Hoy converso con Miguel”, donde mezcla versos de los poemas“El rayo que no cesa”, “Nana de la cebolla” y “Sobre los muertos” de Miguel Hernández

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