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viernes, 14 de junio de 2013

Viviendo en la inopia sin querer mirar en el espejo


Vivir o estar en la inopia significa no enterarse de lo que sucede en el entorno, sobre todo, cuando es algo conocido por los demás. Son muchos los que no quieren darse cuenta de lo que todos vemos,  a pesar de tener un espejo delante que se lo muestra. Muchos han tenido ese espejo durante largo tiempo y no han querido mirarlo, pero al final, casi todos han visto lo que el reflejo mostraba. Quizás, unos pocos, una minoría, se niegan a mirar, a abrir los ojos delante del espejo, y están en todo su derecho de no hacerlo, pero eso no significa que deban obligar al resto a volver a cerrar los ojos ante la  realidad que se muestra.

Lo que refleja el espejo es lo que hay, ni más ni menos, ni menos ni más. Se puede maquillar o edulcorar la imagen mostrada, tal y como se hace como los niños, cuando se piensa que esta realidad puede ser dura o difícl  de asimilar; pero el hecho de venderla entre guirnaldas y confeti no significa que no se vea lo que en realidad hay.

La realidad que refleja el espejo se debe mirar con ojos de adulto sin edulcorantes, conservantes,  ni aditivos, tal y como se muestra. Dicha imagen nos puede parecer cruel por no coincidir con aquello que nos gustaría ver, pero es lo que hay. Esta mirada de adulto nos permite verla desde una perspectiva irónica, sarcástica y hasta cierto punto maliciosa rozando los límites de aquello que se puede considerar como incorrecto. Esta mirada a la realidad no encorsetada, diferente, fuera del camino marcado,  no da derecho a los caminantes que siguen el sendero señalizado vía libre para valorar de forma despectiva esa mirada alternativa a lo que ellos quieren ver, más que nada porque todos en algún momento hemos compartido el mismo camino, la misma imagen que el espejo en algún momento pudo mostrar.

Autor: Carmen @Persefone123

"El saber y la razón hablan, la ignorancia y el error gritan" 
Arturo Graf