Las 02:05, las 02:10, las 02:15…. ¿De quién fue la brillante idea de
comprar ese reloj digital que refleja el paso del tiempo en el techo? … ya no le quedaban más ovejas que contar…. Se levantó y miró a la mujer que yacía
dormida en la cama sin poder recordar por qué se había casado con ella. Se
dirigió al cuarto de al lado, abrió la puerta… sí seguían dormidos… adoraba a esos dos críos, daría la vida por
ellos, pero siempre pensó que pasaría su
treintena viajando, viendo el mundo.
Entró en la habitación contigua, su despacho. Encima de la mesa estaban las
carpetas que había traído del trabajo. Encendió el ordenador y mientras se ponía
en marcha abrió una de las carpetas, y recordó el día que le llamaron para
confirmarle que había conseguido el trabajo, sintió que el mundo era suyo, que estaría bajo
sus pies… dinero, poder y ambición. Pero aquel trabajo excitante, electrizante
y adrenalínico se había convertido en
algo rutinario, monótono, aburrido. Evocó sus tiempos universitarios, cuando se
había prometido revertir en los demás aquello que había aprendido… pero se
vendió, como todos, salvo unos pocos, por dinero. Así que acabo por jugar al
juego de siempre, aquel que le ayudaba a matar el rato, a asesinar el tiempo.
Miró el reloj, las 03:40… ya le dolían las muñecas de tanto manejar el
ratón… y seguía sin superar aquel maldito nivel. Apagó el ordenador y bajó a la
cocina y se hizo un café con leche que acompaño con las únicas galletas que
había, unas que había comprado su mujer, una mezcla de hierbajos, tropezones de
un cereal no identificado y un supuesto sabor a manzana ¿Por qué no le compraba
las galleta de chocolate que tanto le gustaban? Ah sí, ya lo recordaba… había
que cuidarse, aparentar no haber cumplido aún los treinta, cuando hacía un par
de años que ya pasaba de los cuarenta…
Se dirigió con su tazón de café con leche y el sucedáneo de galletas hacía
el salón… nadie le estaba mirando, rompería las normas, comería en el sofá,
delante del televisor. Al terminar intentaría no dejar evidencias, no dejar
pruebas que delataran su delito ya que la pena impuesta sería los continuos
reproches y quejas de ella. Encendió la televisión e hizo un barrido por los
diferentes canales: videntes, bingos, ruletas y su preferido, la teletienda.
Mientras disfrutaba de su tentempié quedo fascinado por los cuchillos
irrompibles, el cinturón quemagrasas y la milagrosa crema antiarrugas, en el
momento en qué miró el teléfono con ojos golosos decidió apagar el
televisor.
Y todo quedó, a oscuras, en silencio…. Miró a sus alrededor, observó las
paredes de su salón, la entrada de la cocina, y el recibidor sin conseguir
entender como había acabado en aquel adosado en las afueras de la cuidad cuya
hipoteca le tendría atado al banco por siempre jamás, cuando lo que él siempre
había querido era vivir en el centro, de
alquiler, sin necesidad de ser esclavo de un banco, trabajar y residir donde la
vida, el destino o el viento lo
empujarán…
Volvió a mirar el reloj… las 05:30 tan sólo quedaban treinta minutos para
que el despertador sonara, para que arrancará un nuevo día de su tediosa,
aburrida e indeseada vida, y fue entonces cuando comprendió cuales eran las
verdaderas causas de ese insomnio que le había acompañado los últimos años de
su vida.
"La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte,
que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los
días".
"La vida es una
obra de teatro que no permite ensayos...Por eso, canta, ríe, baila, llora y
vive intensamente cada momento de tu vida... antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos".
El 25 de noviembre de 1960, en el fondo de un acantilado de la costa de
República Dominicana, aparecieron los
cuerpos de las activistas políticas Patría, Minerva y María Teresa Mirabal. Lo
que en el dictador Rafael Trujillo tildó como un trágico accidente, en realidad
se trataba del brutal asesinato de las hermanas Mirabal a manos de la policía secreta
por orden directa de Trujillo. Pero lo que nunca pensó fue que este crimen supondría el principio de su fin al despertar la conciencia
de la población que hizo que el dictador perdiera todos sus apoyos. Fue asesinado seis meses después del crimen de las hermanas Mirabal.
Rafael Leónidas Trujillo accedió al poder de República Dominicana por un
golpe de estado perpetrado el 23 de febrero
de 1930, proclamándose presidente de la República. Se perpetuó en el poder
durante 31 años haciendo de su mandato una de las más crueles dictaduras de
Latinoamérica. Se apoyó en el ejército y la policía que reprimieron brutalmente
cualquier conato de oposición, además de enriquecer a unos pocos en detrimento
de la mayoría de la población del país. Era tal su delirio de grandeza y megalomanía que llegó a cambiar el nombre de la capital dominicana por Cuidad Trujillo y construyó grandes obras cuyo único fin era mantener su memoria. Estas circunstancias hicieron que perdiera el apoyo del ejército y
fue asesinado el 30 de mayo de 1961 por un grupo de militares.
No es de extrañar que con este ambiente, la conciencia política de las
hermanas Mirabal se despertara a una temprana edad dedicando gran parte de su vida
a la luchar por la libertad de su país y eso las llevó a crear el “Movimiento Revolucionario 14 de junio”. En 1959 Minerva lideraba esta organización junto
a su marido, llegando a tener más de 6.000 miembros que hizo que se convirtiera en una verdadera amenaza para el dictador, que no dudó en
acabar con ella.
Es por ello, que en mayo de 1960 la mayoría de los activistas del 14J fueron
juzgados y condenados a tres años de cárcel por un supuesto delito contra la
seguridad nacional. Entre los condenados se encontraban Minerva y María Teresa
Mirabal. Ante las presiones
internacionales, y como medida de gracia, el 9 de agosto de 1960 las dos hermanas fueron puestas en libertad. Pero éstas no se
amedrentaron, y junto con su otra hermana, siguieron con sus actividades
políticas. Ante tal situación, Trujillo decidió tomar medidas y
trasladó a otra prisión a los maridos de las tres hermanas Mirabal, que también fueron condenados a 3 años de cárcel por sus actividades en el 14J. En uno de los viajes de regreso de visitar a sus maridos, y por orden directa del dictador, la policía secreta les
tendió una emboscada y fueron asesinadas a palos. Las tres hermanas Mirabal son conocidas como “Las
Mariposas”, ya que su nombre en clave dentro del “Movimiento 14 de junio” era Mariposa
1, Mariposa 2 y Mariposa 3.
En honor a estas tres mujeres de conmemora el 25 de noviembre, el día de su
asesinato, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Aunque la propuesta para esta fecha se
remonta a 1981 en el primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe, no
fue hasta el 17 de diciembre de 1999 cuando la Asamblea General de la ONU dió oficialidad a este día.
"Dios susurra
y habla a la conciencia a través del placer, pero le grita mediante el dolor: el dolor es un
megáfono para despertar a un mundo adormecido"
Y allí estaba, intentando
sobreponerse a lo que había sucedido, a
lo que estaba viendo, miraba la imagen una y otra vez, no había dudas, pero
seguía repitiéndose
-No puede ser...
Su corazón se aceleraba cuando
recordaba el momento en el que "lo vio". Cuando enseñando las
primeras imágenes de su cámara recién estrenada le dijo:
-Tenías que
haberle dicho a él que te hiciera una
foto
-A quíen...
-Al señor que
está a tu lado- le contestó
-Tiene que ser
tu padre ¿verdad? Se parece tanto a ti...
-¡No puede
ser, no había nadie conmigo!
La cabeza le daba vueltas y casi
sin pensar y de un manotazo le quitó la cámara, y allí, justo a su lado, en la
foto que ella misma se había hecho, estaba su padre que hacía tantos años que
había muerto. Siempre había tenido la sensación
de que lo tenía muy cerca... Y ahora lo veía, rodeándola con el brazo, tal como
lo recordaba, tal como lo veía en la foto que cada día cogía para darle un
beso... Y sonriéndole.
Te escribo en el reverso de una fotografía que
hice ayer mientras contemplaba las estrellas pensando en ti. Sé que te prometí
que regresaría pronto convertido en un arqueólogo famoso pero mi búsqueda aún
no ha terminado. En este océano de dunas, el tiempo y el espacio no se rigen
por las mismas leyes de la lejana Londres… Aun así, sospecho que estamos cerca
del gran descubrimiento y sólo te pido que no me olvides, que continúes
asomándote cada noche por la ventana. Los dos sabemos que mientras sigas viendo
la misma luna que yo veo ahora, no habrá distancia suficiente que pueda
separarnos. Me despido esperando ya tu anhelada contestación. Tuyo siempre,
Howard Carter"
"El valor de las cosas no está en
el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen
momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables"
"En el
transcurso de la vida, las personas atraviesan por ciertas fases de profunda
desorientación y abatimiento, hasta tal extremo, que algunas se olvidan de que
están vivas".
"Veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de
mi propio destino; que si extraje las hieles o la miel de las cosas, fue porque
en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre
rosas.
"La locura humana es a menudo una cosa astuta y felina. Cuando se piensa que ha huido, quizá no ha hecho sino transfigurarse en alguna forma silenciosa y más sutil."
Trae la tarde una brisa tibia embalsamada con los aromas del hinojo y la retama que bajan del monte, tras la línea de los inhiestos eucaliptos que recortan un cielo plácidamente azul punteado de golondrinas fugaces.
Refluye el agua en el estanque donde se miran los flores blancas y fucsias de los macizos de hortensias, arrimadas al umbrío muro, esperando el frescor del anochecer y el premio del rocío en la madrugada.
Ladran los perros en la lejanía y cantan los gallos equivocando su son en la veraneada tarde de soles largos que acarician las viñas y regalan sus últimos rescoldos a las entregadas buganvillas de encendido rojo.
Tintinean alegres los faroles del porche animados por un viento solano que eriza la piel en la sombra y aquieta el alma como un vaso de agua helada y cristalina mitiga la sed del caminante, peregrino del asfalto.
Se cimbrean rojas y verdes las hojas nuevas de las photinias, alzando sus ramas rebrotadas al sol, estirando sus tallos como queriendo alcanzar fugaces en el estío los más altos y azulados firmamentos, como si no hubiese más vida que este cielo y este sol y el presentido otoño no fuese a llegar nunca por más que por repetido ya intuimos su venidera arribada.
"Una emoción llena de piedad, terror,
amor, pero una emoción muy fuerte, la empujaba y le hacía ser consciente del
otoño. El verano estaba llegando a su fin y el atardecer le brindaba perfumes
de perecimiento que resultaban patéticos porque eran una reminiscencia de la
primavera. ¿Que una cosa y otra cuadraban intelectualmente? Una hoja, levantada
violentamente, bailó detrás mientras otras hojas yacían sin ningún
movimiento".
En estos últimos días ha tenido
mucha resonancia mediática, tanto en los medios convencionales como en los
online, la noticia de la edición libro
“Cásate y sé sumisa” por parte de la editorial Nuevo Mundo que depende del
Arzobispado de Granada. Con este título uno puede ya imaginarse de que va el
libro pero si se acude a la web de la editorial
(http://www.nuevoinicio.es/libros/casate-y-se-sumisa/)
textualmente puede leerse “ahora es el
momento de aprender la obediencia leal y generosa, la sumisión. Y, entre
nosotras, podemos decirlo: debajo siempre se coloca el que es más sólido y y
resistente, porque quien está debajo sostiene el mundo”. La autora del libro, Constanza Miriano, un
éxito de ventas en su país, se inspira para redactarlo en una frase de San
Pablo a los Efesios que lo resume todo
“esposas, estad sujetas a vuestros maridos” . El Arzobispado de Granada, a pesar de las
muchas críticas recibidas por la edición de este libro, no sólo no lo retira sino que no ve razones para ello ya que según
este mismo Arzobispado el libro resulta "muy interesante desde el punto de
vista cristiano". Además este libro inaugura la colección “Quotidiana”
de la mencionada editorial que según una nota del propio Arzobispado tratará sobre la vida experimentada a través de los ojos de la
mujer, desde la fe cristiana, en el matrimonio, los hijos, la educación, y la
vida social.
Este tipo de argumentos y de
literatura hoy en día nos hace poner el grito en el cielo, lamentarlos con indignación y protestar por las palabras y los actos que pretenden someter a la
mujer a la voluntad del marido. Pero no hace tanto tiempo que las mujeres
españolas casadas eran consideradas como menores de edad y así lo recogía el mismo
Código Civil en su artículo 1.263. Hasta 1975, los actos de transcendencia
legal, laboral y muchos de la vida cotidiana de la mujeres casadas necesitaban
la licencia marital. Tenían una capacidad de obrar muy limitada, estaban
obligadas a obedecer a su marido y a residir en el mismo lugar donde él lo
hacía, además de necesitar su autorización o consentimiento para realizar
múltiples actividades como obtener el permiso de conducir o el pasaporte, tener
una cuenta corriente a su nombre, aceptar una herencia aunque fuese de su
propia familia, trabajar, ocupar cargos públicos o ejercer el comercio. Tampoco
podía vender ni hipotecar sus propios bienes, ni disponer de los de origen ganancial, aunque
procedieran de su salario, tan sólo podía disponer de ellos para la compra
diaria. Y lo que era más grave, no podían tener la patria potestad de sus hijos hasta la muerte del padre, el
cual podía darlos en adopción sin su permiso. Estas restricciones no desaparecieron hasta la
reforma del Código Civil del 2 de mayo de 1975. Era tal el sometimiento de la
mujer casada al marido que hasta el 26
de mayo de 1978 el adulterio era
considerado delito, al igual que el convivir maritalmente con una persona sin
estar casados. No fue hasta la
promulgación de la Constitución Española de 1978 que la igualdad legal entre los sexos se hizo efectiva.
Apesar que la Constitución
establecía la igualdad entre los sexo, la libertad de acción y decisión de la
mujer no fue efectiva hasta mediados de los ochenta con la aprobación en 1981 de
la Ley del divorcio o le ley del aborto
de 1985. Es más, el estigma y la supuesta
vergüenza de ser madre soltera también pasaba a los hijos ya que no fue hasta 1985,
con otra reforma del Código Civil, cuando se equiparó los derechos de
todos los hijos, tantos los concebidos dentro
del matrimonio como los de fuera de él, eliminándose el concepto de hijo ilegítimo, bonito eufemismo
para no llamarlos bastardos.
Tampoco nos debe llamar tanto la atención
el papel que quiere adjudicar a la mujer casada el sector más reaccionario de
la Iglesia Católica teniendo presente que durante 40 años el libro de cabeza para
muchas mujeres casadas fue el Manual de la esposa perfecta que era entregado a
todas las mujeres que hacían el Servicio Social en la sección femenina de la
Falange. En él se plasmaban normas que toda mujer casada tenía que cumplir que
iban desde las tareas domésticas hasta las relaciones sexuales y siendo el
sometimiento de la mujer a la voluntad del marido la nota imperante, llegando a
establecer la obligatoriedad de mantener relaciones sexuales a petición del
marido, cualquiera que fuese la práctica solicitada, siendo el lema “sé
obediente y no te quejes”. En 1953 se resumió
dicho manual en la “Guía de la Buena Esposa” que contenía once reglas para
mantener la marido feliz.
Viendo todo esto, me parece
paradójico, perplejo e incomprensible que muchos, y sobretodo muchas mujeres, digan
que los tiempos pasados siempre fueron
mejores. Me asquea el hecho de ver, leer u oír tanto en las redes sociales, en
determinados medios de comunicación o en las conversaciones entre las personas
las insinuaciones o las menciones explícitas que en los tiempo de la dictadura
todos vivíamos mejor, siendo la situación de la mujer un epígrafe más en la inexistencia de libertad y derechos para
todo ciudadano, existiendo una opresión y persecución de todos y cada uno de
aquellos que pedían aires de libertad. Muchos de ellos pagaron con la cárcel e
incluso con su propia vida aquello que
hoy algunos llegan a despreciar, los derechos y libertades fundamentales que
toda persona tiene derecho de disponer y disfrutar.
"Te encontré en las turbulencias
de la vida, te sentí como un terremoto en mi corazón y tu amor me diste como una
ráfaga de viento y cuando fui a recibirlo, se perdió como un lamento.
“Cuerpos especiales” (2013) protagonizada
por Sandra Bullock es una película cuya
principal virtud, y la única, que dirían algunos, es la del recuerdo. Mientras
la ves, surgen las evocaciones de tiempos pretéritos, concretamente de los años 80, y de aquel subgénero que triunfó
popularmente, el de las películas de
parejas de policías que se enfrentaban a la resolución de un caso especialmente
complicado. Estas películas tenían siempre el
mismo esquema previo, dos seres completamente diferentes que se veían obligados por las circunstancias a trabajar juntos. El hecho de ser totalmente diferentes
hacía que se complementaran y eso les ayudaba a resolver el caso. Además, por
añadidura, se les solucionaba, aunque
fuese levemente, algún aspecto problemático de sus vidas privadas, y al final acaban convirtiéndose en los mejores amigos, e incluso en hermanos para
siempre. “Cuerpos especiales” es sólo una más, en cierta medida homenaje, en cierta manera otra vuelta de tuerca con la diferencia que, esta vez, las protagonistas son dos mujeres policías, en definitiva, una manera de aprovecharse de nuevo de algo que se sabe que funciona.
Este esquema se repitió en los
80’s y en los 90’s hasta la saciedad sólo que incluyendo variantes en la ecuación que aportaban alguna novedad, y por ende, seguían entreteniendo que era lo que importaba. El asunto podría haber empezado con “Límite 48
horas” (1982) con Nick Nolte y Eddie
Murphy como variables de la ecuación, un
policía blanco y un delincuente negro. Las constantes un caso especialmente intrincado y peligroso, y que también alcanza generalmente a sus vidas privadas, la muerte de un compañero era un
tema muy socorrido. Y junto a eso y aportando habitualmente una nota de humor
estaban las diferencias de carácter o de situación ante la vida; y que mayores
extremos que un policía muy duro, aún estaba muy presente la figura de Harry
el Sucio como el referente de agente de la ley, y frente a él
un presidiario, un delincuente habitual
de vida disoluta pero que, a pesar de ello, parecía
disfrutar más de la vida y tomarse las cosas con más filosofía que el
duro policía. Naturalmente al final el policía ayuda al delincuente con sus
problemas con la ley, y el delincuente colabora
para que el otro protagonista vea la vida con más optimismo.
Habría que esperar a 1987 para
que el esquema se repitiese con éxito, con mucho éxito, tanto es así que se
convirtió en una saga y se hicieron hasta cuatro películas más con el mismo
título, nos estamos refiriendo a “Arma letal” (1987) con Mel Gibson y Danny
Glover, ahora sí dos policías pero con formas de vida totalmente diferentes. Danny Glover representaba al padre de familia
típico con esposa, varios hijos y una vida burguesa y conservadora que no
quería que nada cambiase, mientras que Mel Gibson era el bohemio que vivía en
una caravana, lloraba la pérdida de su esposa y era autodestructivo. Al
tocarles trabajar juntos Mel ponía
continuamente en peligro y al límite a su acomodado amigo, y Danny conseguía
con muchos apuros introducir algo de cordura en la vida de su chiflado
compañero.
A continuación llegaron como un
río caudaloso un montón de películas del
mismo tipo, todos los que eran actores famosos en ese momento quisieron
subirse al carro de aquel filón tan resultón. Arnold Schwarzenegger hizo “Danko,
calor rojo” (1998) junto a James
Belushi, hermano de John Belushi intérprete de The Blues brothers. En este caso
el antiguo míster Universo hacía de policía de la antigua URSS que se veía a
obligado a viajar a EE.UU y trabajar con
James Belushi, que representaba a un policía americano típico, bueno, típico de
Hollywood claro. Y naturalmente, si
Schwarzenegger había tocado el tema, también tenía que hacerlo Silvester Stallone que hizo junto a Kurt Russell “Tango y
Cash” (1989). En este caso las diferencias entre ambos protagonistas no eran
tan extremas; los dos eran policías, la
diferencia estribaba en sus caracteres y en la manera de enfrentarse a los
delincuentes.
Clint Eastwood también aportó su
personalidad y su manera de actuar a este tema, así hacía de policía ya machucho que le toca trabajar con un novato, un jovencísimo Charlie Sheen en la
película “El principiante” (1990) . Michael J. Fox también estuvo ahí con “Colegas a la
fuerza” (1991) donde hacía de un actor que quería meterse en la piel de un policía
para poder interpretarlo con mayor verosimilitud, su modelo a seguir era
James Wood que representaba a un policía clásico que sufría el método
Stanislavsky de su histriónico compañero eventual.
Las diferencias entre los
personajes principales se hicieron muchas veces extremas así lo vemos en “Alien nation” (1988), donde el compañero más extraordinario era nada menos que un
extraterrestre. Curiosamente esa era la principal diferencia entre los policías
porque a la hora de la verdad había una gran similitud de caracteres y de
maneras de enfrentar el trabajo policial. Otra pareja también atípica era
la de la película “Superagente K9” (1989). En este caso James Belushi estaba acompañado por un actor
menos famoso, se trataba de un perro, concretamente un pastor alemán, que
acababa resultando más humano que con los que compartía la genética el policía
humano.
Y así podríamos seguir no
infinitamente pero sí un larguísimo tiempo con Will Smith en “Dos policías
rebeldes” (1995) , con Jackie Chan en “Hora punta” (1998), e incluso con Woopie Goldberg en la película “Theodore Rex” (1995) acompañada de un policía dinosaurio, pero creo
que este último es más producto de una pesadilla o eso espero por el bien de nuestra
salud mental.
Autor: Gacela
“Eh! corta el rollo quieres
amigo! los dos sabemos por que he sido transferido, todo el mundo cree que soy
un suicida, lo cual me jode porque nadie quiere trabajar conmigo, o creen que
finjo para cobrar la pensión, lo cual me jode porque nadie quiere trabajar conmigo.
Resumiendo estoy jodido”.