f

sábado, 30 de enero de 2016

La princesa









El verbo se hizo carne y vivió de ti







"Saltos y espirales tan puros sin duda recorrren eternamente el mundo,
y no me quedaré despojada de belleza: el don de tu pequeña vida,
tu olor a pasto mojado cuando duermes, azucenas,
azucenas que no puede compararse con tu carne"

Sylvia Plath



sábado, 23 de enero de 2016

Volver a nacer, sin ti




Dejé de creer en la mala suerte. Yo, que he pasado por debajo de muchas escaleras y todavía no he caído. Tú, que has visto cruzar a una infinidad de gatos negros pero todavía no oscurece tu vida.
Vamos a dejar de engañarnos, yo te quiero desde que las estrellas tienen cinco puntas y desde que tú  no paras de susurrarme te quieros.
Mi batería se agota.
Necesito que me carguen bien cargado de energía, o lo que sea, pero quiero sentirme lleno. 
Lleno. Parece que estoy hablando de la jarra de agua que tiraste en uno de tus enfados. Lo has entendido, ¿verdad? 
No creo que sea una metáfora, implemente has roto lo que rozaba el borde. 
Y a partir de ahí, vivo tranquilo, llenando vasos que no tengo pensado beber, y vaciando cajas con cartas que no supe leerte.
Leer como se lee la lista de la compra, o ese libro a medio terminar.
No tener claro si me quisiste o solo finjáis. No sé bien para qué, pero ahora solo puedo comerme la cabeza y dejarme llevar por la brisa del mar.
Amanecer de tu mano tumbados en las frías piedras. Bañarnos sin miedo a mojarnos. Parece todo tan pasado que ni yo me acuerdo bien.
A estas horas de la noche todavía te pienso, y estoy cansado de pensar, porque la cabeza me va a estallar, y te prometo que no tengo más que una vida para que juegues conmigo cuando te canses de jugar con otro.
La una y media. La música sigue sonando, pero hace rato que he dejado de escucharla, porque me sigue recordando a ti, y prefiero dormir con la mente vacía que llena de mierda barata.
Es la última noche que te escribo. Pero aun así, te doy las gracias, por revivirme en un mundo lleno de poesía que no te leeré jamás. 
    Autor: Diego Simón (@_diegosr) 


Canal youtube de Diego Simón






Más de Diego Simón en su canal youtube, en twitter con el usuario @diegosr 
y en su instagram diegosimon_


martes, 19 de enero de 2016

Omnipresencia





"Definitiva como un mármol entristecerá tu ausencia otra tarde"
 Jorge Luis Borges 





El autor y su libro... Alejandro Campoy Fernández y "VerS.O.S y otro dilemas" 

Alejandro Campoy Férnandez  es el autor del libro “VERS.O.S. y otros dilemas”  (2015),  un libro difícil de beber si vas "leído". En él, el autor dirige poemas profundos a todas y cada una de las mujeres que han poblado su vida y han contribuido a mejorarla pues, como nos dice el autor, "es una forma elegante de hacerlas el amor, al menos, una vez más". Le ha costado publicarlo pues inevitablemente contiene parcelas de intimidad y a nadie le gusta desnudarse ante la mirada vestida de los demás. Original en el formato y modesto en cuanto a número de ejemplares porque la obra lo reclama. Es una declaración de guerramor, personal y profunda, libro escrito para ellas, pero con el objetivo de que nunca lo lean.

domingo, 17 de enero de 2016

Dos




Cuando escuchó sus palabras algo se rompió por dentro. No estaba preparado; ni nadie lo estaría. Porque cuando alguien se entrega a corazón abierto no espera límites ni dudas, explicaciones ni partituras, solo caminos por descubrir juntos, sin más fronteras.
Había sido largo. Más de lo que nunca hubiera pensado…
Un viaje difícil y solitario como no recordaba. Nada es más complejo que andar buscando algo que nunca sabes cómo ni cuándo aparece; en ese éxodo interior en el que nunca hay norte ni guía. Y cuando surge, cuando de pronto una mañana se cruza en tu vida, todo se torna de otro color pero te vuelve transparente como no recordabas. Vulnerable. Abiertas de par en par todas las puertas, sin más cerrojos que la confianza. En mitad de ese dolor dulce y nuevo, como habías olvidado; realmente como nunca habías sentido.
Y así se hallaba. Suavemente perdido en su mirada. Esa que dolía.
Construir aquel amor no le había costado nada. Surgió solo entre la muchedumbre de horas y silencios, lento y raudo al mismo tiempo. Calma y ciclón a la vez. Ternura y pasión por igual. Tan íntimo, tan distinto. Tan difícil de hacer entender a nadie, incluso a ella misma; que nunca se había sentido igual. Porque nada es más verdadero que lo que no puede expresarse con palabras, ni más íntimo  e intransferible.

domingo, 3 de enero de 2016

Frente al espejo





Y ahí estaba yo, correteando de un lado para otro como si no hubiera un mañana. Al final me paré en el comedor para mirar el reloj… Las nueve menos cinco ¿Solo? ¿Cómo era posible?  Salí por el pasillo y me puse a correr de nuevo, estaba tan nerviosa,  y llegué a la cocina, me  me relamía del olor que había en toda la casa. Mi madre al verme llegar como una loca, me preguntó que qué pasaba y yo dentro de mi histeria acerté a decirle que el tiempo no pasaba, un minuto duraba demasiado tiempo a lo que mi madre me respondió  “deja de mirar la hora, si estás demasiado pendiente se te hará eterno, entretente con algo y pasará rápido” ¿Entretenerme? ¿Con qué? Si todos mis deseos comenzaban esa misma noche…  
Me senté en mi sofá y mi cabecita empezó a preguntarse si habría sido suficientemente buena;   si no podía dormir ¿me quedaba sin nada?; ¿me traerían todo lo que quería?; en el saco tan pequeñito que llevaban era imposible que entraran los regalos de todos los niños, sabía los deseos de todas mis amigas, cinco bicicletas, muchas muñecas, libros… demasiadas cosas para sus sacos tan pequeñitos… Y cuanto más pensaba, peor me ponía. Igual  ahora estoy dormida y estoy soñando y ha llegado la hora de verlos y no puedo despertarme y para comprobarlo me pellizque para estar más segura ¡Aauchhhhhh, pues sí que me duele! Entonces mi padre giro la cabeza preguntándome que que  hacía, y yo le dije “nada, dándome un pellizco”. Mi padre sonrió pensando que su hija estaba  un poco loquita. “Vale estoy despierta, eso ya lo se”, volví a mirar el reloj, eran las diez, al final mi madre tenía razón ,como siempre, aunque no era una noche para pensar en eso. Bien, a menos horas de mis deseos  
 “¡A cenar!”, dijo mi madre desde la cocina, pero con mis nervios no podría comer nada pero cené mucho, como solía pasar siempre, ahora ya sentía dos cosas llenas, la barriga y la cabeza. Me metí en la cama, mientras a lo lejos se oía la voz de mi madre diciendo  “¡Duérmete! ¡Duérmete!” y yo lo intentaba con todas mis fuerzas pero mis  regalos estaban a  punto de llegar.... Parecía que solo habían pasado tres minutos y al abrir los ojos dije “¡Los Reyes Magos!” y salté de mi cama y salí corriendo hacia el pasillo como una loca, con y una sonrisa en la cara.  Llegué al comedor y allí estaba yo con  esa misma sonrisa frente al espejo pero con la diferencia de unos años encima. A medida que el tiempo camina, se desvelan casi todos los entresijos de la vida, entre ellos el de la Navidad y este año me habían regalado volver a sentir la magia de aquel entonces. Los deseos no mueren mientras guardes en tus pupilas la magia de la niñez, sigue soñando, sigue luchando y seguirás viviendo…. Y sobre todo que nuestro niño interior nunca debe dejar de existir.
                                                    Autor: Luz de Luna (@luzdeluna111_)


                                           “He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño”

                                       Joseph Heller