En cada abrazo, en cada beso
No tuvo ya más
fuerzas ni las quiso
De recibir una nueva
primavera
Emocionada y leve
compañera
No pudo más su
aliento ya marchito.
Arrancó soles del
último febrero
Que gélido y azul le
dio su despedida
Sobrio recuerdo en la
fugaz partida
Del natural tributo a un caballero.
Me despedí de ti por
tantas veces
En cada abrazo,
padre, en cada beso
De ternura posado ya
en tus sienes.
Me despedí de ti y
aún siento el peso
De la vacía ausencia
en que me tienes
En cada abrazo,
padre, en cada beso.
A mi padre, en su
infinita ausencia.
Autor: Descastedo (@antonio57009464)
"He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre".
Gabriel García Márquez
sensible, sincero poema,
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saludos