Reclinada en aquella lujosa
butaca de su apartamento del Ritz, con los ojos entornados y un cigarrillo a medio fumar en su mano, dejo ir su pensamiento para intentar
hacer la recomposición de una vida que la había llevado hasta donde estaba en
ese mismo momento. Tantas historias inventadas, tantas como fueron necesarias
para poder ir escalando posiciones en un mundo que le había sido negado de
nacimiento. Gabrielle, cansada pero satisfecha, una vez más se dejaba llevar por sus pensamientos, por
sus recuerdos…
Blanco y negro… cada vez que veo mi vida pasar por delante de mis ojos,
empiezo en blanco y negro. No lo puedo evitar, fue el comienzo. Pocos podrán entender que el uniforme de un
orfanato haya sido mi primera inspiración. Y es que en ese momento, no era
inspiración, era lo único que conocía, eso y todos los folletines con
fotografías de elegantes mujeres vestidas por los mejores modistos de París que
escondía bajo el colchón. Se mezclan tantos recuerdos… Ese primer sombrero que
vendí, quién me iba a decir que un simple sombrero de paja sin más adorno que
una cinta, me abriría los ojos a lo que sería mi forma de vida. Quitar todas
aquellas flores y frutas que llevaban las damas en la cabeza fue el comienzo de
una liberación que, sin saber, yo misma estaba provocando, eso y eliminar
aquellos espantosos corsés y ballenas que no solo oprimían las carnes, oprimían
los movimientos de las mujeres. Sin ni siquiera darme cuenta, estaba haciendo
que la Belle Epoque fuera cosa del pasado...
Gabrielle miró hacia la ventana
por donde se dejaba colar a través de la cortina, una tenue luz que provenía de
alguna farola de la calle, encendió otro cigarrillo y se reclinó aún más…
Los hombres…
que importante han sido en mi vida pero, lo perdí todo cuando perdí a Boy
Capel, mi gran amor. Aún después de muerto, siempre he creído que me seguía
protegiendo. Conmigo llego al 31 de la Rue Cambon, a él le debo los primeros y
más importantes pasos de mi vida, a su sagacidad y a su protección…. A mí misma
no me puedo engañar, he trabajado mucho, he arriesgado mucho pero, los hombres
han sido un medio para llegar a la cima, han sido ellos quienes en cada época,
han marcado un cambio, me han aupado al siguiente escalón. Yo he sido una mujer
transgresora, descorseté a las mujeres para vestirlas de punto, en forma de
libertad pero, han sido ellos quienes me han llevado hasta las más altas
esferas de la sociedad.Me inventé un
origen, no podía llegar hasta los salones de la élite siendo la hija abandonada
de un viajante pero, a partir del querido Balsan, comenzó mi verdadera
historia. A partir de ahí comencé a ser Mademoiselle…
Miró alrededor de aquella lujosa
habitación y sonrió. El apartamento resultaba un poco recargado pero de
belleza, arte, lujo…
¡Ay! Escalerasmaravillosas… Por donde empezaron a bajar mis hadas vestidas de mujer
libre y yo, sentada en un escalón viéndolas desfilar, mientras lo más selecto
de París, perfumadas de Cinco, se disputaban un lugar para verlas. Cuantos
cortes, cuantos alfileres, cuantos días con sus noches para llegar a donde
soñaba viendo aquellos folletines. Aquí estoy, viviendo una soledad elegida, la
que ha formado mi carácter, que ha endurecido mi corazón, que es orgulloso, y a
mi cuerpo que es resistente. Cuantas historias inventadas, cuantas historias
vividas, tantas, que hoy no recuerdo cuando comencé a llamarme Coco Chanel…