"Hi ha un temps pel sofriment i un temps per estimar
o, potser, tot és u i ens enganyem
amb el joc de la veu i del perill”.
Miquel Martí i Pol.
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¿Sabes? Hace algún tiempo pensé: “Si pudiera inventar una fragancia para el hogar, sería esta”.
La mañana era de locos. Parecía que todos los coches estaban ese día circulando o buscando aparcamiento al mismo tiempo. Después de dar innumerables vueltas alrededor del lugar a donde me dirigía, decidí recorrer las callecitas adyacentes para ver si había suerte. En la segunda calle, a lo lejos divisé un espacio vacío y mientras me dirigía a él empecé a calcular si entraría o no el coche. No me preguntes cómo, pero logré aparcar. A veces, sólo basta apartarse un poco del bullicio y las aglomeraciones para encontrar lugares de la ciudad que crees conocer muy bien y que no obstante, nos descubre bonitos rincones. Comencé a caminar en dirección a mi cita de esa hora y de pronto, al pasar frente a una de las casas, sentí un olor que me detuvo y me transportó en el tiempo. Olor a bizcocho recién hecho y a café. Olor a las mañanas de mi infancia.
Tal vez te parezca más lógico detenerse ante una perfumeríapra deleitarse con las fragancias que desprende, yo me detuve para sentir el olor de los recuerdos. Fue entonces cuando lo pensé. La casa era muy sencilla, pequeña y blanca. En cualquier otra circunstancia y por las prisas, nunca me hubiese llamado la atención. Con frecuencia, la vida acelerada que vivimos hace que nos perdamos los más sutiles detalles. Tenía un pequeño porche con dos mecedoras y algunos tiestos con geranios y siemprevivas. Frente a él, un pequeño trozo de tierra con dos rosales y una frondosa buganvilla. Me pareció una casa de cuentos, pero no como escenario de ellos, sino una casa donde se cuentan cuentos, cómo los que me contabas cuando era una niña. En pocos segundos, reviví aquellos anocheceres de verano en tu porche y vi a mis hermanas y a mis primos y todos reíamos, aunque yo, la más pequeña , muchas veces no sabía muy bien de que nos estábamos riendo. No se cuanto tiempo estuve parada frente a aquella casa, pero fue cómo si en ese momento realmente comenzara el día para mí.