Abrió los ojos y todo estaba negro, ni la más mínima partícula de luz… y
una sensación de agobio, temor y desasosiego invadió su cuerpo. Intentó encender la luz pero no funcionaba
así que no le quedaba más remedio que levantarse de la cama e ir a buscar la linterna
que tenía por alguno de los cajones del comedor. Se levantó, y con el tacto se fue guiando por la habitación hasta llegar
a la puerta y la abrió... Y todo estaba a
oscuras, todo seguía negro, salvo un punto de luz al final del pasillo. Sus manos rozaban las paredes a modo de guía, iba a
tientas por la oscuridad, despacio, intentando no caer, intentando no tropezar,
pero cuanto más avanzaba más se alejaba el punto de luz y comenzó a andar más y más deprisa, hasta que
llegó un punto en que se puso a correr para alcanzar la maldita luz. Corría,
tropezaba, y se volvía a levantar para
volver a correr, pero la luz aún seguía tan lejana. Fruto del esfuerzo y del cansancio su
respiración se tornó agitada y entrecortada, y un sudor frío le comenzó a
recorrer todo el cuerpo, pero no podía detenerse tenía que alcanzar la luz… Siguió corriendo, sin
que esa sensación de miedo desapareciera de su cuerpo y en un sprint final
parecía que con la punta de sus dedos podía rozar la luz…
Y el sonido de la alarma del móvil la despertó de forma sobresaltada. La cama estaba empapada, su cuerpo helado, y un tremendo cansancio la invadía, y al abrir los ojos pudo ver la luz al filtrarse unos tímidos rayos de sol a través de la persiana, iluminando toda la estancia. Todo estaba en su sitio, todo estaba en su lugar, todo seguía igual…. Pero ella lo seguía viendo todo negro…
Autor: Carmen (@Persefone123)
"No importa lo rápido que viaje la luz, siempre se encuentra con que la oscuridad ha llegado antes y la está esperando"
Terry Pratchett
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