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martes, 10 de diciembre de 2013

Derecho Humanos: la lucha continúa.... (Día Internacional de los Derechos Humanos)

Siempre que se habla de los DDHH se suele pensar en aquellas dictaduras o países subdesarrollados donde sus gentes malviven en condiciones infrahumanas. Efectivamente,  esa nefasta realidad que ensucia la dignidad de la raza humana existe pero, ¿Y nosotros? 

Como ciudadanos del mal llamado “primer mundo” hemos aceptado hasta ahora la creencia de que cualquier ley aceptada por nuestros supuestos gobiernos democráticos  han respetado siempre los Derechos Humanos. La comparación, que se suele usar cuando no se tienen argumentos, no suele admitir discusión o espacio a la legítima queja y es de esa manera, por la que solemos aceptar con resignación los dogmas que nos vienen impuestos por determinadas élites. Sin embargo, un simple repaso por la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la que nuestra Constitución está sujeta, nos servirá para darnos cuenta de que la batalla por la libertad, la justicia y la paz queda aún lejos de ser ganada y que, sólo a través del ejemplo de los que NO estamos movidos aún por el hambre, podremos alcanzar tan necesaria utopía. Pero sólo a través de una mirada librepensadora que no se deje nublar por el miedo, la necesidad  o las mentiras  infundidas, seremos capaces de observar como nuestros derechos son ultrajados diariamente.  De esa manera, podremos ver por ejemplo como nuestra Constitución permite que el Rey, sin haber sido elegido democráticamente, es inviolable ante la ley y no está sujeto a responsabilidad alguna. ¿Acaso no todos los seres humanos nacemos libres e iguales ante la ley? (Art. 1 y 7). 

Nos creemos hombres y mujeres libres y sin embargo vemos a diario como una nueva religión llamada economía de mercado nos convierte en esclavos en tanto y cuanto somos NO somos libres de elegir nuestra manera de vivir en pro de la competitividad y el crecimiento constante (Art. 4). Se nos dice que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión y entonces, ¿Por qué me veo obligado con mis impuestos a subvencionar a la Iglesia Católica? (Art. 18). Construimos con esfuerzo una Sanidad Universal, ejemplo en el mundo entero de solidaridad y respeto a todos los seres humanos y deciden ahora,excusándose en los datos económicos, que existen personas que no tienen derecho a ser curadas por ser inmigrantes (Art. 22). Aceptamos  que todas las personas tienen derecho a la igualdad en el trabajo sin discriminación alguna, pero vemos que estos mismos inmigrantes o  las mujeres siguen cobrando menos por el mismo esfuerzo (Art. 23). Por si fuera poco, con la aplicación de la nueva ley de seguridad ciudadana, si decidimos manifestarnos ante tales injusticias seremos multados sin juicio previo, con tal de coartarnuestro legítimo derecho de protesta. Además, como si de una macabra tragicomedia se tratara, los ciudadanos españoles deberemos a partir de ahora ser autorizados para manifestarnos pacíficamente. (Art. 11 y20). Y como esclavos voluntarios, vemos que tales acciones son justificadas en muchos casos por nosotros mismos gracias a nuestro derecho a votar un programa electoral cada cuatro años, programa que podrá o no ser cumplido según el criterio o “deber moral” de los que nos gobiernan y bajo una ley electoral que prima al bipartidismo y censura el derecho legítimo a que los votos de los partidos políticos minoritarios valgan lo mismo (Art. 21). ¿Qué podemos hacer ante tales injusticias? Podemos seguir compadeciéndonos de vivir inmersos en una crisis que unos pocos propiciaron en su propio beneficio y resignarnos o, por el contrario, podemos sumarnos a la rebeldía  y decir que NO aceptamos este sistema económico injusto. ¿Acaso el sistema actualnos garantiza el derecho a un nivel de vida adecuado que nos asegure, así como a nuestra familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica o los servicios sociales necesarios? Quizá nosotros no lo veamos, muchos moriremos antes, pero utilicemos el tiempo que se nos ha dado en esta vida para hacer de éste un mundo mejor.  Hoy más que nunca: ¡Luchemos por nuestros derechos!


"Los derechos humanos son sus derechos. Tómenlos. Defiéndanlos. Promuévanlos. Entiéndanlos e insistan en ellos. Nútranlos y enriquézcanlos. . . Son lo mejor de nosotros. Denles vida".
Kofi Annan



 Más de Ismael H. en su blog Siente las letras

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