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lunes, 23 de diciembre de 2013

Esas pequeñas luces



Mil colores metidos en pequeñas bombillas, imitando estrellas, con la intención de iluminar miradas y corazones. Me gusta verlas desde los charcos empozados del asfalto; lucen menos vivas pero, parecen más cercanas.
Como una niña me detengo a mirarlas y las comisuras de mis labios se hacen intermitentes como ellas, entre la sonrisa y la tristeza. Algo así como nuestro amor, a veces dulce y muchas otras, lleno de dolor. Tintinean y me parecen latidos que desean hablarme y entonces, intento que los míos vayan al ritmo de ellas, imagino que es tu corazón que late junto con el mío. 

No es casualidad, hace un año estaba sentada aquí, en esta misma cafetería, viendo ir y venir a tanta gente que cargada de paquetes, van de un lado para otro sin mirarse. Hace un año, me preguntaba lo mismo que hoy ¿Dónde estás?... Como si fuese un ritual, con una taza de chocolate muy caliente, que va calentándome el cuerpo desde las manos. Mirando hipnotizada ese brillo intermitente. Igual que las navidades pasadas, te imagino paseando por la orilla del mar o perdido entre un tumulto de gente en una gran ciudad. Te pinto en un alfombrado campo cubierto de nieve para luego, verte caminar por dunas formadas por finas arenas. No se si el tiempo se detuvo hace doce meses, o decidí desde entonces, celebrar así mis navidades, contigo.
Con el ritmo ya acompasado de mis latidos con las pequeñas luces, voy descifrando tu mensaje. Me dices que da igual donde estemos, porque siempre habrá una celebración cada vez que nuestros pensamientos nos acerquen. Sonrío junto con el último sorbo de chocolate, lo siento ahora tan tibio, que reconozco en él, tus besos.

Prefiero las luces azules que parpadean al mismo tiempo que las rojas. Producen destellos del color del aura de nuestras almas cuando se encuentran; el color del amor espiritual e incondicional. Me gusta ese tenue color violeta.

Autor: Nerea Acosta (@lenenaza)


"Confundí con estrellas las luces de neón"
Joaquín Sabina