Mi
realidad
Eres
tú,
Mi
eterna realidad…
Mi
día a día
Mi
sonrojada felicidad…
Siempre
escapando…
Sufriendo
en solitario.
Con
el miedo a las espaldas…
Y
tus ojos llamando…
Y
mi alma…
Caminando
Sin
descanso…
En
los cielos
En
la nada…
Buscando
tus ojos…
Cayendo
sobre el magro asfalto
Chocando
contra el pasado
Tropezando
con la sombra del fracaso…
Y
con la felicidad bañando en cristal tus labios...
“Me llevé un poco de tu mirada guardada en la mía, te dejé de recuerdo nuestro sueño de anoche. Nos dimos un segundo vuelo, antes de cerrar la puerta, antes de cerrar la puerta...”
Celeste Carballo
La verdadera distancia
ResponderEliminarSe hace patente
En el alcance de los versos
(¿Hasta dónde llega la voluntad, de verdad?)