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domingo, 31 de agosto de 2014

Cada mañana, la vida misma


Como cada mañana, se levantaba y se arreglaba para salir a la calle. Una vez allí paraba para tomar un café y una buena tostada para comenzar el día. Y avanzaba su mañana corriendo, de un lado para otro hasta que terminaba su trabajo: charlaba, hablaba por teléfono, organizaba, todo lo tenía previsto. La tarde no cambiaba demasiado. Tras haber dejado todo hecho, se dirigía a su casa caminando, alguna vez paraba en alguna tienda,  pero eso lo tenía reservado para el fin de semana, al igual que quedar con los amigos, salir a cenar o a comer o, simplemente descansar.

Empezó la semana y todo fue distinto, cómo si no supiera porque, cambio de bar, ese que durante años le había servido el desayuno.  Ese día incluso no tomó su tostada con mermelada de fresa y se preguntaba por qué pero simplemente lo hizo. El resto del día cumplió con su trabajo, charlaba y hablaba  por teléfono, como siempre hacía. Decidió en la tarde caminar y dar un paseo. Era más de las ocho y aún seguía en la calle, tampoco sabía bien porqué pero le apetecía hacerlo.
Una noche salió de casa, caminó hacia un parque y se sentó en un banco, sólo para escuchar pasar el tiempo observando, mirando al cielo y oyendo su respiración. Así fue pasando la semana, esa semana en la que todo fue distinto, incluso había días que llegaba al trabajo con la hora justa porque había salido a cenar, o había dormido poco, pero tampoco sabía porque estaba pasando todo eso, sólo lo hacía…  simplemente y la verdad que estaba bien.

La semana siguiente  decidió volver a lo de siempre, supuso que había sido una  situación algo rara y lo dejo pasar. Volvió a su bar de siempre, esa tostada que le apasionaba, ya no sabía igual, su café que durante años había consumido no era tan especial. Sus horas y su organización que tenía antes, la hacían recordar sus días inexactos, sus días en los que no había plan simplemente surgían y se seguía preguntando el por qué sus días estaban cambiando, su forma de ser, su ritmo, su organización, en definitiva su vida. Y la respuesta cobró sentido.  Hay veces que todo cambia, sin más, puedes preguntártelo cien mil veces y la respuesta será idéntica: El cambio no solamente es necesario en la vida, es la vida en sí misma.
Autor: Luz de luna (@luzdeluna111_)

 "Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿Querría hacer lo que voy a hacer hoy? Y si la respuesta es no durante muchos días seguidos,  sabría que necesitaría cambiar algo."
Steve Jobs




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