Como cada
mañana, se levantaba y se arreglaba para salir a la calle. Una vez allí paraba
para tomar un café y una buena tostada para comenzar el día. Y avanzaba su
mañana corriendo, de un lado para otro hasta que terminaba su trabajo: charlaba,
hablaba por teléfono, organizaba, todo lo tenía previsto. La tarde no cambiaba
demasiado. Tras haber dejado todo hecho, se dirigía a su casa caminando, alguna
vez paraba en alguna tienda, pero eso lo
tenía reservado para el fin de semana, al igual que quedar con los amigos,
salir a cenar o a comer o, simplemente descansar.
Empezó la
semana y todo fue distinto, cómo si no
supiera porque, cambio de bar, ese que durante años le había servido el
desayuno. Ese día incluso no tomó su
tostada con mermelada de fresa y se preguntaba por qué pero simplemente lo
hizo. El resto del día cumplió con su trabajo, charlaba y hablaba por teléfono, como siempre hacía. Decidió en
la tarde caminar y dar un paseo. Era más de las ocho y aún seguía en la calle,
tampoco sabía bien porqué pero le apetecía hacerlo.
Una noche
salió de casa, caminó hacia un parque y se sentó en un banco, sólo para
escuchar pasar el tiempo observando, mirando al cielo y oyendo su respiración.
Así fue pasando la semana, esa semana en la que todo fue distinto, incluso
había días que llegaba al trabajo con la hora justa porque había salido a
cenar, o había dormido poco, pero tampoco sabía porque estaba pasando todo eso, sólo lo hacía… simplemente y la verdad que estaba bien.
La semana
siguiente decidió volver a lo de
siempre, supuso que había sido una
situación algo rara y lo dejo pasar. Volvió a su bar de siempre, esa
tostada que le apasionaba, ya no sabía igual, su café que durante años había
consumido no era tan especial. Sus horas y su organización que tenía antes, la
hacían recordar sus días inexactos, sus días en los que no había plan
simplemente surgían y se seguía preguntando el por qué sus días estaban
cambiando, su forma de ser, su ritmo, su organización, en definitiva su vida. Y
la respuesta cobró sentido. Hay veces
que todo cambia, sin más, puedes preguntártelo cien mil veces y la respuesta
será idéntica: El cambio no solamente es necesario en la vida, es la vida en sí
misma.
"Si hoy
fuese el último día de mi vida, ¿Querría hacer lo que voy a hacer hoy? Y si la respuesta es no durante muchos días
seguidos, sabría que necesitaría cambiar
algo."
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